miércoles, 20 de diciembre de 2006


"Existen ríos que no deben cruzarse, caminos que no deben tomarse, ciudades que no deben asediarse, y ordenes de gobiernos civiles que no deben acatarse." Esta es otra de los cientos de lecciones que el libro "El arte de la guerra" pone a nuestra disposición. En general lo que quiere decir es que hay decisiones erróneas que llevan a perder batallas e incluso la guerra: BT en su decisión de no desarrollar una linea de negocio móvil es un ejemplo de camino que no debe tomarse; EON en su largo asedio a ENDESA es un ejemplo de ciudad que no debe asediarse porque las perdidas durante el asedio serán superiores a las de la ciudad, que se encuentra realmente preparada para soportarlo. Quizá la parte mas importante sea la que nos indica que, el mando militar, debe tener criterio propio para discernir entre todas las ordenes que recibe del gobierno civil (que podemos entender como determinados focos de poder y mando en las empresas), deben ser acatadas, y cuales no. La aplicación más sencilla son los casos que vemos diariamente en los que un empleado decide cuales de los trabajos de su jefe son realmente importantes y afrontables, ante la imposibilidad de acometer el 100% de ellos. Es importante tener en cuenta aquí las capacidades que se presuponen al mando militar capaz de tomar este tipo de decisiones, y las consecuencias a las que se enfrenta en caso de equivocación.

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"Según cuenta una vieja historia, un noble de la antigua China preguntó una vez a su médico, que pertenecía a una familia de sanadores, cuál de ellos era el mejor en el arte de curar. El medico, cuya reputación era tal que su nombre llegó a convertirse en sinonimo de ciencia médica, contestó: mi hermano mayor puede ver el espíritu de la enfermedad y eliminarlo antes de que cobre forma, de manera que su reputación no alcanza más allá de la puerta de su casa; el segundo de nosotros cura la enfermedad cuando todavía es muy leve, así que su nombre no es conocido más allá del vecindario; en cuanto a mí, perforo venas, receto pociones y hago masajes de piel, de manera que, de vez en cuando, mi nombre llega a oidos de los nobles".